De
todos los retos que implica un proceso migratorio, uno de los más
dolorosos es renunciar a los placeres culposos (eufemismo de
«vicios»), debido a que en tu país de destino el acceso a ellos se
hace más difícil, bien porque no se encuentran o porque se hacen
mucho más costosos
para tu base económica no tan sólida.
Para
los desentendidos, el más grande placer culposo —porque no soy
vicioso, ¡mucho cuidado!— que he heredado de mis viejitas y que
conservo con honor como un apellido de casta, es el gusto por el
whisky...
¡Y
no cualquier whisky!… sí
bueno, la verdad es que cualquier whisky.
En
Caracas, las noches desde el jueves hasta el domingo —mientras lo
permitió la economía—, mi madre, mi tía y yo abríamos casi
religiosamente
una botella de cualquier variedad de escocés, desde un Buchanan's,
un Chivas Regal o Swing, hasta Chequers,
White Label, Dunbar o cualquiera de esas marcas consideradas como una
gasolina, por su nada sutil paso por la garganta y el estómago al
ser consumido.
Desde
que salí de Caracas no había enfrentado una sequía tan larga como
la que he experimentado en estos últimos meses en Argentina, debido
a que mientras estuve en Dublín, el acceso al
agua de vida era un tanto más sencillo porque en Irlanda se podía
encontrar a un costo bastante accesible y todos eran bastante
aceptables para su consumo, inclusive los de marcas propias de los
supermercados.
¡Ajá!
Este sabroso muchacho malo costaba sólo €15
y es de la marca propia de la cadena de supermercados Tesco. Foto
tomada de: http://www.tesco.com/
Pero
una vez que arribé a Argentina, y habiendo tenido sólo un trabajo que no terminó de la mejor manera esperada, el acceso a este hermoso
alcohol dorado se me imposibilitó bastante, dado que solía salir
del presupuesto del mercado semanal, que es donde se consigue esta
bebida por precios más moderados, donde
su costo, en comparación a Irlanda, ascendía al doble para las
marcas más conocidas.
Entonces
opté por probar la opción más económica (falta de sentido común,
podrían decir algunos, ¿cómo carajos compras un «escocés» hecho
en Argentina?. Vamos, ellos son los mejores para los asados, los
choripanes,
y quizás el Ferné, ¿¡pero whisky!?), y elegí comprar una de las
marcas de whisky nacional argentino: Breeder's Choice, que por el
precio sonaba a que sería el equivalente a un Chequers y con mi
entrenamiento previo, sería tan sabroso y disfrutable como la
gasolina que tomaba en Venezuela.
He
debido alertar mis sentidos al ver cabezas de ganado en la etiqueta
de la botella. Este muchacho malo, se portó muy mal la verdad. Foto
tomada de: http://www.whisky.com.uy/
¡Craso
error! De experiencias anteriores, aprendí a disfrutar con mucho
gusto tomar el whisky seco, ni un hielito, ni agua, soda ni nada. Y
eso lo intenté replicar aquí con la elección de los criadores…
pocas veces he tenido experiencias tan cercanas a la muerte como esa,
sólo superada por la vez que me apuntaron con un arma en la cabeza
para robarme.
Whisky
irlandés tomado seco. Un verdadero manjar al paladar comparado con
un whisky estadounidense y con un escocés. Debo decir que me
convertí en un fanático del irlandés, también.
¡Sólo
me tomé 2 tragos de whisky seco y
creo que tuve resaca por 2 días, más un mareo infernal que mientras
escribo estas palabras vuelvo a sentirlo! 2
vasitos que no tenían mal sabor, pero no se explicar qué clase de
droga usan para destilarlo —si
es que lo destilan—, o qué clase de maldición desaté al abrir esa botella.
En
fin, desde esa experiencia, no me había atrevido a aventurarme a
tomar otro whisky y esperé hasta que las condiciones económicas
mejoraran para comprarme uno por mi cuenta. De eso, han pasado
aproximadamente unos 4 meses (¡ja! para que vean que no soy
alcohólico) hasta el día de ayer, en el que llegué a casa después
de una jornada de trabajo en un call
center
en el que estoy realizando encuestas políticas, previas a la segunda
vuelta de las elecciones presidenciales aquí en la Argentina; y me
consigo con la hermosa sorpresa que mi prometida, Mary me había
comprado una botella de Ballantine's de 1 litro.
¡Sí,
leyeron bien, 1 litro de Ballantine's! Demás está decir que de la
emoción se me aguaron los ojos y le di un enorme abrazo.
¡Las
#WhiskyNight estarán de vuelta por unas semanas muchachos! Nuevos
argumentos y experiencias para escribir por Twitter y mantener mi
reputación.
¡Salud
muchachos!
Un
robusto Ballantine's de 1 litro. No agrego más.
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