LA HISTORIA DE MAISHA: TERCERA PARTE - LA CALMA
Hay
una frase de Alberto Casing que dice: «cuando te encuentres en la
posición de ayudar a alguien, alégrate y siéntete bendecido,
porque Dios está respondiendo a la plegaria de esa persona a través
de ti. Recuerda que nuestro propósito en la tierra no es perdernos
en la oscuridad, sino ser una luz para otros, de forma que puedan
encontrar su camino a través de nosotros». Y esto es cierto para el
que da, pero también aplica de forma contraria para el que recibe.
No solamente cuando se emigra, si no en muchas otras situaciones,
vamos a requerir que nos tiendan una mano. Y la vida se encarga de
responder nuestras plegarias a través de otras personas.
Permitámosles también ser canales de manifestación de generosidad
y abundancia, así como a nosotros nos ha tocado ser esa forma en la
que la vida ha respondido a las plegarias de otros que han pedido una
tabla de salvación en momentos de necesidad. Así como damos,
también debemos recibir.
Ahora
que su relación ha finalizado, Maisha se encuentra empacando sus
maletas para mudarse a San Diego, California. Hace rato que aceptó que su vida es un constante movimiento, en la que no hay nada seguro.
Y ella se ha hecho experta marinera en las aguas revueltas en las que
a veces le ha tocado navegar. La curiosidad nos llevó a preguntarle
si iba a empezar de cero nuevamente, cosa que si hará. Tiene
planificado de qué forma va a mantenerse los primeros meses, hasta
que logre establecer nuevos contactos que le permitan reimpulsar su
negocio de aceites esenciales, y continuar su labor de acompañamiento
en el camino de sanación de los que la consulten. Sin embargo, lo
que nos llamó la atención fue su respuesta ante nuestra angustia al
manifestarle que se iba a un lugar en donde no tiene nada seguro ni
conoce a nadie. Porque Maisha no cree que nadie se va a ningún lugar
sin nada, sino que te vas con todo, porque te tienes a ti mismo, que
eres el creador de tu realidad. Maisha cree que todo está en su
lugar cuando una persona tiene bases sólidas, porque entiende que la
vida es un rompecabezas que se va armando con las piezas que se
encuentran por el camino. Y mientras más experiencias tienes, más
chance tienes de armarlo completo… o casi. Porque llegar a la
verdad absoluta es casi utópico.
Sin
embargo, entre las piezas que ha encontrado Maisha de su
rompecabezas, podemos mencionar el hecho de que se ha dado cuenta que
cuando cada persona es capaz de contactar con lo que ha venido a
aportar a este mundo, su vida cambia. Y al cambiar su vida, es un
ejemplo para su entorno, que también mejora. Como venezolana,
reconoce que su país está viviendo momentos críticos, pero sabe
que lo único que cada venezolano puede verdaderamente hacer por su
país es asumir su responsabilidad individual por aportar lo mejor de
sí mismo, desde donde esté, para su evolución personal. Porque
cuando uno evoluciona, el mundo a su alrededor también lo hace. Y
esto lo extiende también para el mundo. Ella se sabe una gota dentro
del océano infinito de personas que pueblan el planeta. Sin embargo,
entiende que a pesar de ser una millonésima parte de la población,
su aporte para mejorar el mundo también es de suma importancia. Y
con esta reflexión se despide en su entrevista.
De
sus viajes, internos y externos, se lleva mucho amor propio. Mucho
respeto por sí misma y por la vida propia y ajena. Mucha confianza
en su voz interna y su corazón, que le impulsan a seguir su camino
de gitana, y a ir encontrando piezas del rompecabezas de sí misma.
Entiende que así es su camino, un poco nómada. Y respeta el de
otros porque también los ha acompañado a transitar hacia el
encuentro con ellos mismos, aunque los caminos de ellos sean
distintos al de ella. Confía también en que siempre encontrará en
ese camino gente solidaria y buena, porque así como ella da, recibe,
y ahora sabe cómo recibir. A Maisha no le asustan las tormentas,
porque aprendió a plantar bien sus raíces a pesar de la enfermedad
y los tropiezos. Ahora se abraza a ellas y permite que la laven, que
la renueven, porque sabe que sus raíces son sólidas y no se va a
romper. Ha vivido suficientes tormentas como para saber que al final,
siempre termina saliendo el sol.
Así
que Maisha jamás fue de esas emigrantes que salió sin nada a
enfrentarse al mundo. Salió consigo misma, y ya por ahí lo tenía
todo.
Nosotros
también lo tenemos todo, porque nos tenemos.
Ha
sido un honor plasmar tu historia, Maisha. Has llegado lejos.
About author: Maitana Delgado
En este orden: Ser humano. Mujer. Emigrante venezolana en Argentina. Hija, hermana, amiga. Psicóloga egresada de la Universidad Católica Andrés Bello, Venezuela. Máster en Psiconeuroinmunoendocrinología de la Universidad Favaloro, Argentina en proceso. Facilitadora de Técnicas de Terapia Psicocorporal de ASOFIPSICOS. Escritora aficionada de mis aventuras desventuras. Practicante descoordinada, pero entusiasta, de pole fitness. Fiel creyente del humor como la mejor de las medicinas. Alma viajera con el monedero vacío, por los momentos. No puedo comer chocolate.
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Me gusto mucho el mensaje de la historia de Maisha y me hace reflexionar sobre el valor que cada uno tiene y como nunca estamos en realidad solos.
ResponderEliminarY cómo decía la misma Maisha, cuando confiamos en el fluir de la vida, nos vamos dando cuenta de que aparecen justamente las experiencias y personas que necesitamos para seguir adelante!
EliminarA nosotros también nos enseñó e impresionó mucho el viaje permanente en el que vive Maisha. Y sí, después de todo, somos parte de todo lo que nos rodea y pues aceptar las cosas, por muy difíciles que parezcan, supongo que es el primer paso hacia el camino de crecimiento.
ResponderEliminarMe gusta mucho no sólo la histora sino la forma en que esta escrita, esa forma de escribir que te hace sentir empatía al extremo, unas palabras que resuenan mucho en propias experiencias, "lo único constante es el cambio" pero nos han hecho creer lo contrario, afortunados que somos de poder cambiar nuestra historia y con la nuestra muchas otras mas, porque como dice aunque creamos que somos sólo una gota el mar sin cada una ellas no existiría . Bravo! gracias
ResponderEliminarLa idea es poner al servicio de los demás las experiencias de nuestros protagonistas, y transmitir el mensaje de que si alguien pudo, los demás también tenemos esa capacidad. Con Maisha aprendimos que en la flexibilidad está la más fuerte resistencia.
Eliminar¡Grandísimo el impacto de estas palabras! Cualquier acción, desde la más mínima es capaz de causar el myor cambio que se busca.
ResponderEliminarno es tan evidente...
ResponderEliminarLo que me fascina de este blog, aparte de las historias en pertinentes, es su forma de redacción, que de alguna manera u otra nos llegará a la mente y/o al corazón, muchas gracias por tantas enseñanzas condensadas en tres Partes.
Y seguiremos trayendo más! Está atento a nuestra próxima historia, que nos va a traer un mensaje muy contundente...
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